Una obra todavía hoy rompedora, que habla de la intolerancia, la violencia, el machismo y el puritanismo, de la guerra y de sus consecuencias, del poder del sexo y de su autenticidad, de la fuerza y la inteligencia de la mujer.
Las mujeres hartas de las penurias que impone la guerra del Peloponeso urden una estrategia para poner fin a los enfrentamientos bélicos. La idea se le ocurre a Lisístrata y en su consulta con otras mujeres logra imponerla: se someterá a los hombres, tanto del lado de Atenas como de Esparta, a una obligada abstinencia sexual, poniendo como condición de su fin que se terminen las hostilidades entre los bandos. Finalmente, desde Esparta llegan unos embajadores para firmar la paz con Atenas, pues el deseo sexual es tan grande que puede hasta con la guerra.
08/06/2017
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