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Así fue mi primera vez en Benidorm

El Mundo - Ocho leguas

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Mi primera impresión (sin haber pisado su suelo) fue que para los españoles jóvenes no es un destino muy apetecido y que los de fuera de Europa, como yo, ni siquiera lo ubican en el mapa. Con ese veredicto me di a la tarea de investigar un poco antes de pisar su costa. Las fotos me mostraron algo bonito: un mar azul turquesa, una playa de arena fina y algunas montañas rocosas que podrían valer la pena la visita.

Ya entrados en el ambiente (llegamos en AVE hasta Alicante y de ahí en coche) vienen las impresiones reales, no esas que se ven a través de la pantalla del ordenador y que te venden con vídeos chulos en las agencias de viajes. La hora de la verdad viene cuando comienzas a recorrer las calles de una ciudad, a meterte en las entrañas de sus costumbres, de sus bares y restaurantes, a probar (realmente) la variada oferta de actividades que te venden con tanto ímpetu en las oficinas de turismo.

La playa Levante está siempre iluminada con lámparas que cuelgan de cables.

Iba con la imagen de que el cemento, de la ciudad que más rascacielos tiene por habitante del mundo (según Wikipedia), iba a hacer de las suyas con el calor y emanar un aire de encierro, pero fue todo lo contrario: entre medias hay palmeras y casas bajas que permiten que el aire circule evitando la sensación de agobio. Y aunque visto desde arriba, te das cuenta de la cantidad de edificios que hay (porque sí son muchos), a ras del suelo no se siente como si fueran tantos. Lo cierto es que el ambiente relajado que se vive frente al mar y la vista que se obtiene al trepar a sus montañas, compensan la inefable visión de la jungla de hormigón y ladrillo.

Segundas impresiones

La suerte me acompañó y me quedé con la Suite Presidencialdel Hotel Don Pancho, renovado enteramente este año para adaptarse a las exigencias del mercado actual, tan moderno y sofisticado, pero que conserva su esencia mexicana traída por una antepasada de los dueños, Pancha, cuya alegría y entusiasmo perdura aún en el trato que se le da a los huéspedes del hotel. Así que empezamos con pie derecho este fin de semana para conocer «la otra cara de Benidorm», la que ofrece una variopinta selección de actividades, aparte de un vertedero de toallas multicolores que juegan al tetris en sus playas o de la horda de extranjeros que al caer la noche inundan los garitos.

La primera parada de ese descubrimiento rompió con todos los estereotipos que se tienen de la ciudad de fiesta guiri, ruidosa y alocada. El hotel Asia Gardens, un paraíso enclavado entre tantos tipos de vegetación que no puedo recordar; un lugar que inspira paz, dónde hasta el olor te transporta al sudeste asiático. Uno de esos hoteles a los que aspiran aquellos que quieren desconectarse del bullicio de la urbe y relajarse a manos de una experimentada masajista. El viaje pintaba bien, si es que iba a seguir con esta serie de encantos perdidos entre las montañas.

Masaje tailandés en Asia Gardens.

Y así lo fue. Recorrimos en bicis eléctricas el Parque Natural Sierra Helada, -no me subía a una bicicleta desde que era niña, pero «lo que bien se aprende, nunca se olvida»- la vistafue increíble, las altas dunas fosificadas (nunca había oído hablar de algo así) me cautivaron, desde arriba todo se ve más bonito. En la cima se aprecia el contraste de esta ciudad: por un lado montañas rocosas y áridas con una vegetación digna del desierto, por el otro un mar azul con playas doradas que te recuerdan una escapada al Caribe. Este contraste comprueba, una vez más, que Benidorm es una ciudad que tiene mucho por ofrecer, pero que su fama (ya sabemos de sobra por qué), la han dejado un poco rezagada y han cansado ya a los turistas españoles.

Azul versus ocre

Empezamos con la cara de las aguas del Mediterráneo y su apetecible comida con sabor a sal marina (bueno, no en el sentido estricto). Quien sea alérgico a los mariscos no le recomendaría una visita a esta ciudad, en la que su gastronomía está compuesta en gran medida por calamares, pulpo, sepia, gambas... Aunque los locales dirían que hay otras opciones de alimentación. Además, me entero de que en España hay cierta discusión por cuál paella es la más auténtica y la más sabrosa, debo decir que no sé cuál sea la ganadora, pero esta que probé en Benidorm ocuparía sin duda los primeros lugares.

Una escapada en bote hasta la Isla de Benidorm, una excursión de buceo, un recorrido en kayak, o un paseo por la cala de Mal Pas y luego una sesión de fotos en el «Balcón del Mediterráneo», son las alternativas más escogidas para disfrutar de la cara azul, la del agua y la arena. Mi favorita, el bote, surcando las recias olas turquesa y disfrutando del sol.

Cala Mal Pas y el Balcón del Mediterráneo.

Hablando de ocre, me refiero al polvoque sueltan los buggies al surcar las piedras y la arena, vaya adrenalina la que se siente con estos vehículos a toda velocidad, y de las rocas de las escarpadas montañas que trepamos en el jeep 4x4, que nos dejó un poco adoloridos por los saltos pero valió la pena la vista desde arriba. O si se quiere, el ocre también puede significar el color del suelo de la entrada del Gran Hotel Bali, en el que vimos el final de la competencia de Vertical Running, en castellano: subir las escaleras de este (u otros edificios) en el menor tiempo posible. Resulta que el record en este hotel de 924 escalones y 52 pisos es de, ojo al dato, 4 minutos y 20 segundos. Hay gente para todo.

Cansados quedaron sus participantes y cansados quedamos nosotros de un fin de semana muy variado, de poco dormir y mucho hacer. Para ser la primera vez, abarqué bastantes tópicos de una ciudad que no puede conocerse enteramente en tres días. Queda por comentar que también bailé, probé sus vinos, me pasé un rato por la zona guiri, ruidosa pero animadísima, y hasta jugué (por primera vez) al golf. El viaje bautizo me dejó con ganas de volver, de explorar más, de deslizarme por los altos toboganes de su parque de atracciones y de uno de esos relajantes masajes tailandeses.

 

Así fue mi primera vez en Benidorm

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Categoría

General

Fechas

01/08/2017 al 31/12/2018

Precio

Horario

Sin especificar